martes, 24 de mayo de 2011

«Contador se ha movido de una forma que no han visto los italianos»


El 10 de junio se cumplirán diez años del segundo puesto de Abraham Olano en el Giro de Italia. Fue en 2001, en una carrera en la que Unai Osa ocupó la tercera posición. Dos guipuzcoanos se metieron en el podio de una prueba que ganó Gilberto Simoni, con 7:31 de ventaja sobre Abraham y 8:37 respecto a Unai. Fue el Giro de la famosa redada de la policía italiana en San Remo, en la que algunos corredores y equipos recibieron un trato penoso.
Entonces se suprimió una etapa con final en alto, en Santa Anna di Vinadio, precisamente por esa redada. Diez años después, no se ha suprimido una etapa, pero sí el paso por un puerto, el Crostis.
El actual director técnico de la Vuelta a España cree que «ha sido una pena que no se haya subido. Lo que no entiendo es que conociéndose como se conocía desde diciembre el recorrido, ni la asociación de corredores, ni la de equipos hiciesen nada hasta llegar a unos hechos consumados, con la carrera en marcha y el día anterior a pasarlo».
«Un Contador dominador»
Explica que «nosotros en la Vuelta a España no meteríamos una bajada como ésa, salvo que no quedase más remedio que meterla. Otra cosa es hacer la subida y finalizar en alto. Aunque haya tierra en vez de asfalto, los riesgos apenas si existen».
La situación, en su opinión, es distinta si hablamos del descenso: «Bajando la situación cambia, sobre todo si es tan peligrosa como parecía la del Crostis, aunque la acabaron asfaltando. Hay que meter a toda la caravana de una carrera por ese terreno y eso ya genera muchos más problemas. Los corredores se tiran en las bajadas a tope y no hay forma de poder pararles. Los riesgos son mucho mayores y menos controlables».
Al Giro 2011 le quedan seis etapas, la primera de ellas hoy, una cronoescalada. También dos llegadas en alto y una contrarreloj final en Milán. Terreno para vivir emociones no falta. Otra cosa es que Contador continúe abriendo la mano y se despreocupe de los triunfos de etapa.
«He visto a un Contador que ha dominado mucho, que ha atacado de lejos en las subidas, que ha trabajado en las bajadas y que ha marcado diferencias donde tenía que marcarlas. ¿Perder el Giro? Lo único que se me ocurre, por decir algo, es que un grupo de equipos le intenten dejar solo, pero yo creo que ya es imposible».
Recuerda como en la época de Rominger «se juntaron varios equipo y fundieron al Clas de Etxabe, Gastón, Arsenio González y Unzaga para dejarle sin equipo. Trabajaban desde el principio y el desgaste fue terrible. De todas formas, si el líder está fuerte, no hay nada que hacer».
Coincide Olano con otras opiniones que ven el equipo de Contador sin «muchos escaladores para la alta montaña. En la media montaña y en el llano se defiende bien pero le falta algún corredor que pueda estar más cerca de él en determinados momentos. Se ha manejado muy bien y ha jugado con todos ellos. Ha visto cosas que los italianos no han visto y la confianza de que está por encima de ellos le ha permitido hacer muchas cosas».
Cree que Contador «ha trabajado con mucha serenidad, con tranquilidad. Veo difícil que en lo que queda de Giro le puedan poner en muchas dificultades. Ha pasado lo más duro y encima lo ha hecho con creces, marcando tiempos con todos sus rivales».
Hoy, la cronoescalada
Olano piensa que «en la tercera semana se piensa en mantener lo que se ha conseguido, en no correr riesgos y poder perder lo que ya se tiene ganado, sobre todo los que están en el podio y mandan en otras clasificaciones».
Cree que hay algunos corredores que tienen un final de Giro bueno para ellos, como es el caso de Denis Menchov, «que da la impresión de que va a más y tiene una cronoescalada y una contrarreloj final por delante. Lo normal es que deje hacer la carrera a otros corredores y equipos porque con la diferencia que tiene en la general ya no necesita meterse en ninguna pelea. Con las contrarrelojsle basta».
El desgaste de todo lo que se ha pasado también se puede notar: «La gente lleva muchos kilómetros, traslados y dureza encima, y alguno lo puede acusar. Sigue quedando terreno complicado y la gente cada día irá más tocada».
Después de la jornada de descanso de ayer, la carrera se reanuda hoy con una cronoescalada de 12,6 kilómetros entre Belluno y Navegal, en la que se sale a 387 metros y se llega a 1.047 metros, es decir, que tiene un desnivel muy alto con un porcentaje del 14%.
Una buena oportunidad para que Alberto Contador termine por apuntalar una general en la que las diferencias pueden resultar de escándalo.

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